Junto a dos intervenciones de pintura mural, una en cada piso y ocupando los paramentos mayores, nos trae obras sobre papel y tela: explosiones, geometrías y reflexiones visuales acerca del graffiti.

Ni sí ni no, ni blanco ni negro queda explicado en palabras de su autor:Ni te doy la razón ni te la quito. No todo es blanco o negro, por el medio hay una infinidad de matices diferentes. Yo vivo entre esos matices, al igual que tú. Al principio sí que fue todo negro, pero no cuenta, porque nosotros no habíamos llegado aún, nosotros aparecimos en el juego y PUM! ya todo eran matices. El final dicen que es blanco, pero tampoco cuenta, porque ya no estaremos aquí. Así que volvamos a los matices, hay gente que se mueve entre esos matices con una sonrisa en la cara, les da igual por donde vengan, si son más fríos o más cálidos, si son claros u oscuros. Sin embargo otros viven constantemente atenazados por la presión a la que les somete su aversión al hecho de estar completamente rodeados de tantos matices diferentes. A estos les gustaría que todo fuese blanco o negro, pero se tienen que fastidiar.

Los márgenes que separan a los extremos son tan anchos como uno quiera que sean, infinitos matices para perderse divagando, aparentemente sin decir nada ¿o sí?. Yo diría que ni si ni no, ni blanco ni negro.