A veces tocando con su banda y transmitiendo la energía de un concierto de puro pop-rock positivo y electrizante, y otras con su acústica y su inconfundible voz, hipnotizando a los más exigentes y deteniendo los relojes de la sala.

Idealista, enamoradiza, soñadora, constante y con una energía inagotable, Georgina es mujer y a la vez niña. Mujer porque tiene un estilo y una personalidad arrolladoras, es líder natural y todo el mundo quiere beber un sorbito de su vida. Niña porque es deliciosamente rebelde e irreverente. Sólo obedece a sus impulsos y sensaciones y todo lo que hace se acaba convirtiendo en magia pura.

Con una esencia femenina, fresca e inocente. Georgina es creadora de esas canciones que nunca pasan de moda y huelen a clásicos desde la primera vez que las escuchas. En ellas, Georgina cuenta la importancia de las cosas cotidianas, con ese estilo propio, irreverente y cercano, pero con la suficiente distancia para ironizar y reírse de si misma. Las historias nos resultan tan familiares que involuntariamente nos convertimos en parte activa de ellas.

Sus canciones hablan de ella misma, de experiencias que ha tenido, de gente que conoció, de amor y desamor, de melancolía, alegría y sarcasmo. Cosas normales de vidas normales en la que todos alguna vez nos hemos podido sentir identificados…
Ella sabe contar las cosas que todos sentimos y que no sabemos expresar. Y además hace que parezca sencillo.