La Colección AENA de Arte Contemporáneo
La Fundación AENA se creó en el año 1994 con el fin de gestionar, conservar y difundir un
patrimonio artístico que había comenzado a reunirse treinta años atrás. La colección se
compone de más de mil seiscientas obras, y en ella están representados tanto artistas
internacionales como españoles, si bien es cierto que el grueso de los fondos está constituido
por los nombres más importantes del arte español contemporáneo. El título de la muestra
air_port_art hace referencia al propósito original que llevaría posteriormente a la construcción
de la colección: reunir obras de arte contemporáneo con el fin de recibir a los usuarios de las
instalaciones aeroportuarias con diferentes muestras artísticas.

La exposición
La selección realizada por la comisaria de la exposición y conservadora de la colección, Ángeles
Imaña, se compone de un conjunto de obras realizadas a lo largo de las dos últimas décadas
por artistas internacionales y nacionales, siendo mayoritario este último grupo, lo que
proporciona a esta muestra un cierto carácter documental sobre todo en lo referente a la
evolución del arte español de la segunda mitad del siglo XX. En este aspecto, destaca la
inclusión en la exposición de diferentes grupos de series realizadas por algunos de los artistas
españoles más destacados, como José Manuel Broto, Miguel Ángel Campano, José María
Sicilia, Susy Gómez o Darío Urzay, así como las series fotográficas de Daniel Canogar, o la
realizada por artista pontevedrés Antón Lamazares, constituyendo este último, junto a Manolo
Paz y Antonio Murado la representación del arte gallego en la exposición.
La variedad de los soportes y formatos presentes en air_port_art ofrece al espectador la
posibilidad de observar una muestra de la evolución de la pintura desde comienzos de la
década de los noventa hasta nuestros días, gracias a la presencia de obras de Miquel Barceló,
Pedro Calapez, Luis Gordillo, Federico Herrero, Juan Navarro Baldeweg, Soledad Sevilla, Juan
Uslé, Antón Lamazares y el ya desaparecido Roberto Matta. En lo que respecta a la fotografía,
o al empleo de ésta como hilo conductor de la obra, la exposición cuenta con creadores de la
talla de Chema Madoz, Alberto García-Álix o Daniel Canogar, de quien se incluyen parte de dos
series, Gravedad Cero y Enredos, a través de las que consigue transmitir sensación de
movimiento mediante figuras estáticas. Las imágenes oníricas de Pablo Genovés o el
urbanismo caótico de Hanoi reflejado por Dionisio González, la sutil delicadeza de las
fotografías de Paloma Navares y la solidez que emana de los trabajos de Santiago Sierra o de
Álvaro Sánchez-Montañés cierran la presencia de la fotografía en la muestra.
En el apartado correspondiente a la escultura, la poesía patente en las tres piezas de bronce
del italiano Fabrizio Plessi o la sutileza de Luna atravesada de Miquel Navarro conviven en la
muestra con la rotundidad del granito, protagonista habitual de la obra de Manolo Paz, la
dimensión pictórica del trabajo escultórico de Pello Irazu, el dominio de la materia de Jaume
Plensa o el carácter orgánico del trabajo de Joan Cortés.
Por último, la mezcla de pintura y fotografía, base de la obra de Darío Villaba, sin duda una de
las figuras más importantes del arte español contemporáneo, junto con el mural metálico del
artista holandés Jan Hendrix, la imagen enigmática de The Flight of the Soul de Bernardí Roig, y
las piezas de vídeo de José Manuel Ballester y Tim White-Sobieski cierran una propuesta que
permanecerá en las salas de la Fundación Luis Seoane hasta el próximo mes de octubre.