A través de la estilización de materiales pobres / encontrados, produzco piezas donde se cruzan elementos plásticos y tipográficos. En cuanto a su composición, son piezas escultóricas con formas y colores rudimentarios, donde el lenguaje se presenta fragmentado, ilegible y aparentemente vaciado de sentido, o cargado de significación metalingüística, mediante el uso de palabras clave o frases evocadoras, así como de una tipografía elegante: un diálogo reflexivo entre manufactura y conceptualización, fragmento y unidad.

 
Con respecto a los materiales utilizados, se incluyen lijas, cartones, papeles, cartulinas, pegamentos, café, acrílico, pionés, caracteres transferibles, lápiz de acuarela, pasteles, cintas, pegatinas, grapas, bolígrafos, rotuladores, correctores de tinta, etc. De este comercio de materiales –  y del rechazo de la moldura –, resultan piezas bidimensionales e tridimensionales híbridas, contaminadas, heterodoxas y, en su mayoría, pequeñas, contradiciendo el horizonte de expectativas llevado al público por el arte espectacular.