Ayuntamiento de A Coruña

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Información Juvenil

Área de Bienestar Social

Son enfermedades infecciosas que se transmiten o contagian en las relaciones sexuales. Unas son graves, como el V.I.H. (SIDA), y otras llegarán a serlo si no se consulta cuanto antes, como la sífilis o el V.P.H. (Virus del Papiloma Humano). Tómatelas en serio y toma precauciones (usa el preservativo). Olvídate del "a mí no me puede pasar", porque una sola práctica de riesgo es suficiente para el contagio.

Las ETS más importantes:

  • VIH-SIDA
  • GONOCOCCIA O GONORREA
  • SÍFILIS
  • INFECCIÓN POR CLAMIDIA
  • VPH-CONDILOMAS
  • HERPES GENITAL
  • TRICOMONIASIS
  • HEPATITIS B

Otras enfermedades no catalogadas como E.T.S. y que pueden tener origen sexual:

  • Virasis, como el Moluscum Contagiosum, Moluscum Pendulum y el Herpes simple.
  • Parasitosis que pueden contagiarse por contacto o por ropa, como ladillas o sarna.
  • Micosis, como vulvo-vaginitis, balano-postitis o tiñas.

Es importante conocer los primeros síntomas de estas enfermedades para poder acudir al médico inmediatamente.

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¿Ante que síntomas debo consultar?

Algunos síntomas de las ETS son bastante comunes y eso, a veces, es desconcertante. En general, siempre que notes algo diferente en tus genitales, o cuando notes que algo va mal, igual que harías con cualquier otro problema médico. Y, desde luego, debes ir al médico ante cualquiera de estos síntomas, bastante llamativos:

  • Secreción por el pene.
  • Cambio en el flujo vaginal: más oscuro, espeso, maloliente...
  • Sangre en la orina.
  • Picores o dolores en la zona genital.
  • Escozor al orinar.
  • Aparición de bultos, verrugas, llagas, heridas, etc.

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¿Qué hago si noto algo raro?

  • Busca atención médica inmediatamente, que no te dé corte. Piensa que es una enfermedad más.
  • No mantengas relaciones sexuales hasta que no hayas descartado que tienes una ETS.
  • Una vez te haya visto un médico, empieza el tratamiento cuanto antes y síguelo al pie de la letra.
  • No te automediques.
  • Aunque te dé corte, coméntaselo a tus parejas sexuales. Puedes haberles contagiado.

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¿A quién puedo acudir?

A los centros de atención primaria, y a los centros de orientación o planificación familiar.

Pero, sobre todo, recuerda que más vale prevenir que curar... o lamentar. Por eso, utiliza siempre preservativo en las situaciones en que haya riesgo de infección. Y ten en cuenta que, salvo en las relaciones con fidelidad mutua en la que ninguno de los miembros padece una ETS, en todos los demás casos puede haber riesgo (aunque unos más graves y evidentes que otros). Así que, ¡cuídate! El preservativo (masculino o femenino) es un método eficaz para prevenir las ETS. Y en el caso de que te hayan diagnosticado una ETS, avisa a tu pareja o parejas sexuales y recomiéndales que vayan al médico.

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  • Está causada por una bacteria, el gonococo, que vive en las zonas más cálidas y húmedas del organismo, principalmente en la uretra y en el cuello del útero.
  • Los síntomas no siempre aparecen y cuando lo hacen, ya han pasado días o incluso semanas desde que se realizó la práctica sexual con la persona infectada.
    • En el varón se manifiesta como una infección dolorosa en la uretra, con secreción purulenta.
    • En la mujer, aunque es frecuente que no aparezcan síntomas, la infección aparecerá a los 10 días del contacto, y puede provocar aumento en el flujo vaginal y también escozor al orinar.
  • Se transmite por contacto sexual, sea vaginal, anal u oral. No se contagia por el uso de servicios públicos, toallas, etc.
  • Para prevenirla, hay que evitar el contacto sexual vaginal, anal u oral hasta que la persona esté curada.
  • El tratamiento se realiza con antibióticos, y es necesario un seguimiento posterior para asegurarse de que la enfermedad ha desaparecido totalmente. Puede traer varias complicaciones tanto en el hombre (prostatitis, afectación de las vesículas seminales, etc.) como en la mujer (enfermedad inflamatoria pélvica, bartolinitis, etc.) y esterilidad en ambos.
  • É unha infección causada por unha bacteria, chamada Treponema pallidum.
  • A enfermidade pasa por varias fases:
    • Hai un período de incubación de 9 a 90 días. Primeiro aparece unha úlcera avermellada con bordos endurecidos que se sitúa nos xenitais e ás veces na boca ou o ano (chancro). O chancro non é doloroso e desaparece nun tempo (cúrase ás 4-6 semanas); pero isto non significa que a enfermidade estea curada, polo que segue progresando se non se trata.
    • Se non hai tratamento na fase anterior, ás 6-8 semanas aparecen erupcións ou manchas na pel e síntomas gripais. Estes síntomas tamén poden desaparecer ao cabo dun tempo; de novo, isto non significa a curación da enfermidade.
    • A última fase, que se dá nos pacientes non tratados nas fases anteriores, pode aparecer de 2 a 10 anos despois do inicio da enfermidade e pode non manifestarse a través de síntomas; con todo, neste estadio a enfermidade ataca a diversos órganos do corpo: sistema nervioso, ósos e articulacións, corazón...
  • Transmítese por contacto sexual (oral, anal ou vaxinal) ou da nai ao feto durante o embarazo.
  • A prevención pasa por non manter actividade sexual con persoas non curadas.
  • O tratamento realízase con antibióticos. É necesario realizar logo un seguimento para asegurar a completa curación. Esta enfermidade ten fácil curación se se trata a tempo.
  • Lo causa un virus (el virus del herpes simple). Hay dos tipos: el tipo 1, que afecta a la parte superior del cuerpo, produciendo llagas en torno a la boca o la nariz; y el tipo 2, que produce llagas en los genitales. El virus del herpes genital se sitúa en los centros nerviosos de la base de la columna vertebral y vive allí para siempre. Los portadores sufren brotes esporádicos: hay quien sólo sufre unos pocos después del inicial (que suele ser el más grave) y hay quien los sufre a menudo. La fatiga y el estrés, entre otros factores, pueden provocar brotes.
  • Los síntomas son la aparición de llagas o vesículas en la vulva, vagina o glande. Estas llagas causan dolor y picores alrededor de los genitales, fiebre y síntomas parecidos a los de la gripe. Esas ampollas se secan entre los 7 y los 14 días. Los síntomas pueden aparecer hasta varios meses después del contacto.
  • Se transmite por contacto sexual con alguien que tenga herpes en sus genitales o en la boca.
  • La prevención pasa por no mantener contacto sexual con una persona infectada. Es recomendable el uso de preservativo con espermicida, porque existe riesgo de contagio incluso entre dos brotes, cuando las llagas no son visibles.
  • El tratamiento es problemático, porque no se ha descubierto ninguno totalmente efectivo, pero hay medicamentos que pueden mejorar los síntomas. Es imprescindible consultar con un médico, y mantener una buena higiene de la zona afectada para que las llagas no se infecten.
  • La causa una bacteria, la Chlamydia trachomatis, que afecta a la uretra en los hombres y a la vagina y el cuello del útero en la mujer.
  • Los síntomas varían en función del lugar donde se sitúe la infección. En los hombres, cuando la infección se sitúa en la uretra, los síntomas suelen ser parecidos a los de la gonorrea: secreción del pene, frecuentes ganas de orinar y a veces dolor o irritación al orinar. En las mujeres es frecuente que no aparezcan síntomas, pero puede producir aumento del flujo vaginal o cambios en él (distinto color o espesor). Por esta falta de síntomas es difícil de detectar. Si no se trata puede evolucionar y extenderse a los genitales internos, y causar serios daños en el tracto urinario y los órganos reproductores, hasta causar la enfermedad inflamatoria pélvica en las mujeres y, a veces, esterilidad.
  • Se transmite por contacto sexual (vaginal, oral o anal) y, en ocasiones, por contacto cutáneo.
  • El uso de preservativo (masculino o femenino) con espermicida en el sexo vaginal, oral o anal reduce el riesgo de contagio.
  • El tratamiento es con antibióticos y, si se descubre a tiempo, esta enfermedad es muy fácil de curar. Aunque no noten síntomas, los dos miembros de la pareja deben seguir el tratamiento.
  • Es una ETS producida por virus de la familia de los papilomas, los virus de las verrugas. Hay casi 50 de transmisión sexual: la mayoría producen los condilomas, pero hay varios cancerígenos, son los causantes del cáncer de cuello de útero, y de otros cánceres genitales más raros. Los papilomas cancerígenos sólo se contagian por el contacto directo entre genitales, no con las manos, etc.
  • Su síntoma más típico son unas lesiones verrugosas en los genitales (condilomas) que aparecen entre uno y tres meses después del contagio. Suelen ser indoloras, aunque pican.
  • Es muy contagiosa, y se transmite mediante contacto cutáneo (de manos a genitales) o por sexo anal o vaginal con alguien que tenga condilomas o el virus.
  • El uso de métodos de barrera ayuda a reducir el riesgo, pero como se transmiten por el contacto, aún así se pueden contagiar.
  • El tratamiento está orientado a eliminar las verrugas, ya que no existe terapia eficaz para eliminar el virus. Suele consistir en la aplicación de un preparado especial, y las verrugas más grandes pueden extirparse, o eliminarse mediante crioterapia (congelación) o láser. La mujer que los haya padecido tiene que mantener un seguimiento médico, ya que el V.P.H. se considera la causa principal de cáncer del cuello del útero. La citología es un modo seguro de detectar el cáncer de útero, que es más fácil de tratar y curar en sus primeras fases. Toda mujer tiene que hacerse una citología regularmente, cada tres años. Las que tengan este virus deberán hacérsela cada 6 meses. El hombre también tiene que tratarse, y debe usar preservativo hasta que desaparezcan las verrugas.
  • Las infecciones por hongos o micosis son las infecciones genitales más frecuentes en la mujer. Las suele producir el hongo llamado Candida albicans. Este hongo se encuentra normalmente en la vagina, pero "controlado". Cuando las defensas naturales de la vagina se alteran (por ejemplo, puede influir la toma de antibióticos, una bajada de defensas, cambios hormonales, etc.) los hongos se reproducen en exceso y dan lugar a síntomas.
  • Los síntomas más habituales son: aumento del flujo vaginal, que se hace blanco y espeso y huele mal, y picores. En los hombres es menos habitual y produce síntomas con menos frecuencia.
  • Se puede transmitir por vía sexual, pero también por otros medios, como el uso compartido de toallas, ropa interior y de baño. Por tanto, no es propiamente una enfermedad de transmisión sexual.
  • El tratamiento siempre hay que aplicarlo a los dos miembros de la pareja; al varón, sólo si tiene síntomas. Se trata con dosis únicas de antifúngicos orales.
  • La produce un protozoo, el Trichomona vaginalis. Es una infección genital frecuente, sobre todo en la mujer. Se localiza en la uretra, en los hombres, y en la vagina, en las mujeres.
  • En muchos casos no hay síntomas. De haberlos, los más frecuentes son, en las mujeres, flujo amarillento y con mal olor y escozor al orinar. En los hombres no suele producir síntomas, aunque puede darse algo de picor o una inflamación en el glande después del coito.
  • La principal forma de transmisión es la sexual, pero hay otras posibilidades: por el uso compartido de ropa interior sucia o toallas usadas por alguien infectado.
  • El tratamiento es con bactericidas, y es corto y sencillo. Todas las parejas sexuales de la persona infectada tienen que tratarse para evitar que la infección siga propagándose, aunque no hayan notado síntomas.
  • La produce un ácaro.
  • Los síntomas suelen ser picores en los genitales, entre los dedos, en las axilas, etc.
  • Se puede transmitir por contacto físico directo, pero también a través de la ropa, sábanas o toallas compartidas.
  • El tratamiento es muy sencillo, y lo han de hacer todas las personas que viven en la misma casa que el afectado, y todas sus parejas sexuales. También hay que desinfectar la ropa.
  • Es una infección producida por un tipo de piojo que vive en el vello del pubis, donde ponen sus huevos.
  • El principal síntoma es el picor.
  • Se puede transmitir por contacto físico directo, o mediante la ropa, las sábanas y las toallas compartidas.
  • El tratamiento es sencillo y eficaz, y lo deben hacer todas las parejas sexuales. También es conveniente desinfectar la ropa.

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es una enfermedad infecciosa producida por un virus llamado VIH (virus de inmunodeficiencia humana). La enfermedad en sí es grave, sobre todo porque no existe todavía un tratamiento que la cure, ni tampoco una vacuna que la prevenga. Pero sí se sabe cómo se transmite, y por tanto, se puede evitar su contagio.

La enfermedad se caracteriza por el deterioro del sistema defensivo natural del organismo, dando lugar a la aparición de infecciones y enfermedades, conocidas en su conjunto como SIDA. Cuando alguien se infecta por el VIH, no padece inmediatamente el SIDA. Pueden pasar incluso varios años. La persona infectada, portadora del virus (seropositiva), puede no tener síntomas durante bastante tiempo; y cuando los tiene, muchas veces no se distinguen de otras enfermedades comunes. Pero durante ese tiempo en que no desarrolla la enfermedad sí puede transmitirla a otras personas.

Las vías de transmisión del SIDA son: la sangre, el semen y el flujo vaginal.

¿Cuáles son las principales vías de transmisión?

SEXUAL

Relaciones sexuales con personas infectadas. Las prácticas sexuales con mayor riesgo son el coito anal o vaginal sin preservativo y el sexo oral sin protección.

SANGUÍNEA

  • Compartir agujas y jeringuillas contaminadas, sobre todo en personas que usan drogas inyectables.
  • Compartir otros elementos cortantes o punzantes si no se desinfectan adecuadamente antes de cada uso (agujas de acupuntura o de tatuaje, cuchillas de afeitar, utensilios de manicura, de depilación eléctrica o de perforación de las orejas, instrumental quirúrgico, de podología y odontología...)
  • Compartir objetos de uso personal que puedan estar en contacto con sangre, como los cepillos de dientes.

MADRE-HIJO

De la madre infectada al feto durante el embarazo, parto o lactancia.

El SIDA no se transmite por...

  • Contactos cotidianos: darse la mano, acariciarse, compartir cubiertos, ducha, lugar de trabajo, etc.
  • Picaduras de mosquitos.
  • Los animales domésticos.
  • Otros líquidos orgánicos, como saliva, orina o lágrimas.

El riesgo de transmisión a través de transfusiones de sangre, hemoderivados o trasplantes de órganos es casi inexistente, ya que existen controles sanitarios rigurosos de los mismos.

¿Cómo se sabe si una persona está infectada?

La infección sólo se puede producir cuando se han realizado prácticas de riesgo con una persona afectada. El problema es que no siempre es fácil saber si alguien está infectado o no... La propia persona infectada puede no saber que lo está, porque la enfermedad, al principio, no produce síntomas, y los primeros no son muy característicos y se pueden confundir con otras dolencias. Por eso, la única forma de saber con seguridad si se ha producido la infección es mediante un análisis de sangre.

Y recuerda que el V.I.H. puede afectar a cualquier persona que no tome precauciones a la hora de evitar la transmisión. No es cosa de un colectivo concreto (los homosexuales, los drogadictos, los promiscuos, como se dice a veces). El sida puede afectar a cualquier persona, sin distinción de raza, orientación sexual o número de relaciones sexuales que se mantengan. Un solo contacto de riesgo puede bastar para el contagio.

¿Qué hacer si se ha realizado una práctica de riesgo?

Es importante que salgas de dudas cuanto antes: te dará tranquilidad y te permitirá avisar a tus parejas sexuales pasadas, para que ellas también puedan hacerse la prueba; y a tus futuras parejas, para evitar nuevos contagios.

Puedes saber si te has infectado o no mediante un sencillo análisis de sangre que detecta los anticuerpos contra el VIH.

La prueba se realiza de forma confidencial, voluntaria y gratuita en los centros de atención primaria, centros de planificación familiar y en los centros de enfermedades de transmisión sexual.

Para poder realizarte la prueba tienen que haber pasado al menos 3 meses desde que tuviste la última práctica de riesgo. Sólo así los resultados son fiables. Esto es así porque el análisis que detecta la infección por el VIH determina la existencia de anticuerpos específicos del VIH, y el organismo suele tardar 3 meses en producir estos anticuerpos. Estos 3 meses entre el momento de la posible adquisición del virus y el análisis se ha denominado "periodo ventana". Si alguien se hace el análisis del VIH sin dejar pasar ese tiempo, podría obtener lo que se llama un "falso negativo": el cuerpo aún no ha creado los anticuerpos al VIH, pero el virus está presente. Para que el resultado sea verdaderamente concluyente se ha de hacer la prueba pasados estos 3 meses.

Cuanto antes detectes la enfermedad, antes puedes tomar medidas preventivas para evitar nuevos contagios, y podrás comenzar un tratamiento que mejorará mucho tu calidad de vida futura.

Y, sobre todo, recuerda que hay medidas de prevención

Utiliza siempre preservativo (masculino o femenino) en las relaciones sexuales con una persona infectada, o con parejas desconocidas. Utilízalo durante toda la relación, y retíralo antes de que termine la erección.

Nunca compartas material de inyección, ni utilices jeringuillas o agujas usadas. Todos los instrumentos que puedan estar en contacto con la sangre deben ser de un solo uso o desinfectarse antes de volver a utilizarse. ¡Ojo con los tatuajes y los piercing! Deben realizarse con material de un solo uso o esterilizado.

Una mujer portadora del VIH embarazada debe recibir atención sanitaria regular desde el principio del embarazo, seguir tratamiento médico, y evitar la lactancia natural, porque la leche materna es una vía de transmisión del virus.

Y, si tienes dudas, hay profesionales que te pueden informar y ayudar: Aparte de los centros de orientación familiar, y el personal sanitario, cuentas con varios teléfonos gratuitos de información sobre SIDA desde cualquier punto de España:

  • Oficina de Información de Saúde para a Mocidade: 981 58 39 78 / 981 58 39 00
  • F.A.S.E. (900 111000)
  • Coordinadora Gay-Lesbiana (900 601601)
  • La Junta de Andalucía (900 850100)
  • Programa para la Prevención y la Asistencia del SIDA del Departamento de Sanidad de la Generalitat de Catalunya (900 212222)

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